NI LA COSTA, NI EL PIRINEO

Hace un mes se publicaba este articulo, y seguimos en las mismas y sino echemos una ojeada a nuestro alrededor.

Fa un mes estio publicata iste articlo y contina-mos china chana, antimas nomas que fer una chicota guellada en ra redolada.

Ni la costa, ni el Pirineo

TERUEL 17/07/2006

En las viejas películas empresarios y políticos se reunían a escondidas en los reservados de los clubes para coordinar sus negocios. Hoy, en este chiringuito de consumo donde sobrevivimos, la relación es tan íntima y descarada, lo público y lo privado se entremezcla tan peligrosamente, que uno ya no sabe si tiene que ir a votar al colegio electoral o a la sucursal de su caja de ahorros.

Creímos, ingenuos, que desmontar la Administración a base de privatizaciones y creación de empresas públicas paralelas, fáciles de dominar sin rendir cuentas, era el límite. Pero las comilonas en los asadores dan para mucho y los poderosos se lanzan ahora a por la comunión total, los entes empresariales mixtos, donde se cruzan inversores selectos y la carta blanca de la ley, respaldados por los fondos de todos, en busca del dorado Desarrollo.

Como un gran cortijo recién adquirido, el bello territorio turolense aguarda el desembarco del monstruo urbanístico. Los ecologistas tenemos miedo, y sabemos que una cuadrilla de pringaos poco podemos hacer contra semejante unión de corbatas. Pero permítannos un aviso a navegantes. Esto no va a comenzar en aquel tiempo en que destruyeron las costas o el Pirineo. El poder de la sociedad es lento pero por inercia todavía supera al de su dinero. Procuren hacer las cosas con más cuidado del que desearían y piensen en todo momento que quien edificó un hotel pegado al mar nunca imaginó el día que terminarían demoliéndolo.

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